LXX aniversario y el Seminario Menor III

Foto de 10 de junio de 2018

Por el Seminario Menor Nuestra Señora del Buen Aire y San Isidoro de Sevilla han pasado ya varias decenas de chavales que, al mostrar una importante inquietud por la vocación al sacerdocio, al ser menores de 18 de años, no podían entrar en el Seminario para ir haciendo una formación más plena.

Estos jóvenes, aun estando internos en el Seminario, desarrollan sus estudios académicos como cualquier otro niño, en colegios e institutos de la zona, durante las mañanas de los días laborables. Por las tardes, hacen sus deberes, participan de actividades lúdicas y complementarias para la profundización de la fe y, antes de la cena y el consiguiente descanso, celebran la Eucaristía.

Para el día a día, además de la Capilla, dedicada a la advocación mariana de Nuestra Señora del Buen Aire (patrona también del Seminario Mayor diocesano), cuentan con dormitorios, biblioteca, sala de estudios, cocina, salón de uso múltiples y comedor, jardín y otras dependencias comunes.

Actualmente, el vicerrector del Seminario Menor es el Rvdo. Sr. D. Carlos Rodríguez Blanco y el director espiritual es el Rvdo. Sr. D. Manuel Jiménez Carreira. En sus inicios, fueron el Rvdo. Sr. D. Francisco Javier Nadal Villacreces (como vicerrector; actualmente, párroco de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz, en la barriada de Montequinto) y el Rvdo Sr. D. Andrés Ybarra Satrústegui (como director espiritual; actualmente, formador del Seminario Mayor).

De recuerdo esta portada que le dedicó el semanario diocesano Iglesia en Sevilla (haciendo clic sobre la imagen, puede acceder al contenido de la publicación):

Más información:

El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús fue construido por expreso deseo del cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, quien estuvo revisando la marcha de las obras a diario, y las instalaciones fueron inauguradas oficialmente el 10 de octubre de 1948, para acoger al peregrino, a toda aquella persona que quisiera acercarse a Cristo, por la advocación a la que está consagrada España, y de la que era muy devoto este cardenal: el Sagrado Corazón de Jesús.

El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús no es un mero mirador, no es un lugar turístico o cultural, sino que es un templo a cielo abierto, como demuestra que la imagen de Jesucristo, con los brazos abiertos, esté en el centro y en lo más alto; estando debajo una capilla con la capacidad de acoger al Santísimo Sacramento y como indican sus principales accesos: un jardín con las capillas de los misterios del Rosario (no actualizado, porque San Juan Pablo II añadió uno más); un vía crucis entorno a Betania, que comienza en el Huerto de los Olivos y va mostrando cómo lo vivió Jesucristo; y la puerta que presiden, por un lado, San Pedro y San Pablo, y la Virgen de los Reyes. Y también lo confirman los diversos enterramientos (no sólo del cardenal Segura y familiares, sino de quienes colaboraron en su construcción y aportan en el presente para para su mantenimiento), que tiene debajo. Este lugar es un recinto sagrado para la espiritualidad, para la evangelización, la profundización de la fe, para el encuentro con Cristo, como así lo vivimos los católicos que le damos vida.