Toda
Santa Misa se ofrece a Dios como acción de gracias y también se puede aplicar por
las advocaciones y santos, para que Dios sea alabado en ellos, por las mercedes
que les hizo y nos dé más copiosamente, por su intercesión, las gracias que nos
convienen. Así, los frutos de la Santa Misa los reciben el sacerdote celebrante, quienes
asisten a la Eucaristía y aquellos por quienes se aplica, así estén vivos o
difuntos (extracto del Catecismo de San Pío X).
Damos gracias y alabamos al Señor por la próxima canonización, el domingo
14 de octubre de 2018, entre otros, de la Madre
Nazaria Ignacia March Mesa, fundadora de la orden de las Misioneras
Cruzadas de la Iglesia, que gestionan la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales
Betania y el Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús.
Y lo haremos muy especialmente en la Santa
Misa de este viernes 6 de julio de 2018, a las 20:00 h., en la Parroquia de los Sagrados Corazones (acceso por C/ Mayor), en el día de su
onomástica, exponiendo durante la celebración, en el centro del templo, la
imagen que aquí nos la evoca.
Invitamos a participar de esta celebración eucarística tan especial, a todos nuestros feligreses y vecinos creyentes.
Sobre la Beata Madre Nazaria Ignacia, a ya muy poco de ser santa:
Nacida en Madrid, criada en Andalucía, su familia emigró a México cuando
ella tenía 17 años. Entró en vida religiosa y fundó la primera
congregación religiosa femenina de Bolivia (en 1927), que se convertiría
luego en las Misioneras Cruzadas de la Iglesia. Hoy están presentes en 21
países con unas 80 comunidades y unas 380 religiosas.
En 1943 falleció en Buenos Aires, Argentina, pero en 1972 su cuerpo fue
trasladado a Oruro, a la capilla de la congregación fundada por ella. En 1993,
se abrió el cajón de los restos para ponerlos en otra cripta, pero la sorpresa
fue que encontraron el cuerpo casi intacto, considerado como un signo de
santidad.
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