LXX aniversario y la Casa de Cursillos de Cristiandad IV - Capilla del Perdón

Foto de 10 de junio de 2018

En el interior de las instalaciones del Movimiento de Cursillos de Cristiandad se haya el segundo templo de mayores dimensiones en torno al Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús: La Capilla del Santísimo Cristo del Perdón. Inicialmente, fue un lugar concebido para la confesión de los peregrinos que acudían a visitar el conjunto sagrado y por eso tenía confesionarios a ambos lados, siendo también un sitio para el recogimiento y la oración, gestionado por las Salesas. D. Pedro Segura celebró la primera misa, con su consiguiente bendición, en este templo, el 30 de octubre de 1948.


Bajo gestión del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Sevilla, es pilar central de sus actividades, para el acercamiento a Dios con la celebración habitual de dos sacramentos fundamentales, como son la Eucaristía y la Reconciliación. También se celebran vigilias, oraciones y los actos propios de otras entidades eclesiales que puedan encontrarse temporalmente en estas instalaciones.

El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús fue construido por expreso deseo del cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, quien estuvo revisando la marcha de las obras a diario, y las instalaciones fueron inauguradas oficialmente el 10 de octubre de 1948, para acoger al peregrino, a toda aquella persona que quisiera acercarse a Cristo, por la advocación a la que está consagrada España, y de la que era muy devoto este cardenal: el Sagrado Corazón de Jesús.


El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús no es un mero mirador, no es un lugar turístico o cultural, sino que es un templo a cielo abierto, como demuestra que la imagen de Jesucristo, con los brazos abiertos, esté en el centro y en lo más alto; estando debajo una capilla con la capacidad de acoger al Santísimo Sacramento y como indican sus principales accesos: un jardín con las capillas de los misterios del Rosario (no actualizado, porque San Juan Pablo II añadió uno más); un vía crucis entorno a Betania, que comienza en el Huerto de los Olivos y va mostrando cómo lo vivió Jesucristo; y la puerta que presiden, por un lado, San Pedro y San Pablo, y la Virgen de los Reyes. Y también lo confirman los diversos enterramientos (no sólo del cardenal Segura y familiares, sino de quienes colaboraron en su construcción y aportan en el presente para para su mantenimiento), que tiene debajo. Este lugar es un recinto sagrado para la espiritualidad, para la evangelización, la profundización de la fe, para el encuentro con Cristo, como así lo vivimos los católicos que le damos vida.