LXX aniversario y el Jardín del Recinto - Parque Osset


El jardín del Recinto Monumental, inicialmente llamado Avenida del Santo Rosario, y ahora llamado Parque Osset (bajo concesión municipal), es uno de los accesos principales que tiene el sagrado recinto al Sagrado Corazón de Jesús, aunque no es practicable, por estar cerrado el acceso a los miradores superiores.
Por las escaleras y rampas de este lugar ha de subirse a pie, siendo un camino adecuado para peregrinaciones y visitas piadosas, tal y como lo concibió el cardenal D. Pedro Segura, pues todo invita en ese paseo al sacrificio y la piedad.


En su entrada, en la amplia plaza con la que se inician los jardines y edificaciones, está el Monumento levantado al Inmaculado Corazón de María, replica de la imagen de Nuestra Señora del Amparo, que es venerada en la Real Parroquia de la Magdalena (Sevilla).


El peregrino que, al primer golpe de vista, ha contemplado desde abajo la altura y majestad del Cerro, se encuentra en este Monumento, con la presencia de la Madre que sale a recibirle. La plegaria brota espontánea del corazón y de los labios, para poder invocar a la Medianera Universal de todas las gracias, de cuya mano se inicia así la ascensión, contemplando los misterios de su Rosario que, en notables bajorrelieves se lo van recordando por el camino (aunque faltan los misterios gloriosos, que el Papa San Juan Pablo II añadiría durante su pontificado).



A este ascenso hasta el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, D. Pedro Segura tuvo a bien en llamarla la Avenida del Santo Rosario, en cuyo tramo final, bajo la gran terraza, se construyeron tres capillas marianas: la del centro, dedicada a la Milagrosa; las de la derecha e izquierda, a Nuestra Señora del Rosario y a la Virgen del Pilar, respectivamente.


Textos sobre el jardín del Recinto Monumental extraídos de "El Cerro de los Sagrados Corazones: Guía del Peregrino" (1949).

El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús fue construido por expreso deseo del cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, quien estuvo revisando la marcha de las obras a diario, y las instalaciones fueron inauguradas oficialmente el 10 de octubre de 1948, para acoger al peregrino, a toda aquella persona que quisiera acercarse a Cristo, por la advocación a la que está consagrada España, y de la que era muy devoto este cardenal: el Sagrado Corazón de Jesús.

El Recinto Monumental al Sagrado Corazón de Jesús no es un mero mirador, no es un lugar turístico o cultural, sino que es un templo a cielo abierto, como demuestra que la imagen de Jesucristo, con los brazos abiertos, esté en el centro y en lo más alto; estando debajo una capilla con la capacidad de acoger al Santísimo Sacramento y como indican sus principales accesos: un jardín con las capillas de los misterios del Rosario (no actualizado, porque San Juan Pablo II añadió uno más); un vía crucis entorno a Betania, que comienza en el Huerto de los Olivos y va mostrando cómo lo vivió Jesucristo; y la puerta que presiden, por un lado, San Pedro y San Pablo, y la Virgen de los Reyes. Y también lo confirman los diversos enterramientos (no sólo del cardenal Segura y familiares, sino de quienes colaboraron en su construcción y aportan en el presente para para su mantenimiento), que tiene debajo. Este lugar es un recinto sagrado para la espiritualidad, para la evangelización, la profundización de la fe, para el encuentro con Cristo, como así lo vivimos los católicos que le damos vida.